«La proyección que el camino tuvo en toda Europa, la aparición de instituciones europeas para apoyar a los peregrinos y todo lo relacionado con la organización de los peregrinaciones, y tantos aspectos culturales hacen que se pueda hablar del camino de Santiago fue una vía de integración europea en la época medieval». Así resumió el historiador Ricardo Córdoba de la Llave su visión sobre la importancia del Camino de Santiago en la construcción de la identidad del continente.
Fue el encargado de pronunciar la ponencia inaugural de las II Jornadas de Historia y Literatura, que organiza el Ayuntamiento bajo la dirección de José Calvo Poyato y que este año se dedican precisamente a la Ruta Jacobea. Ricardo Córdoba habló de la trascendencia del Camino de Santiago en la época medieval y de los muchos peregrinos de toda Europa, sobre todo franceses, pero también de Alemania, Inglaterra, Países Bajos e incluso Escandinavia, Europa del Este y también la España musulmana.
El historiador relató la trascendencia que ya en sus primeros siglos tuvo la peregrinación a la tumba del apóstol y destacó parte del legado de quienes lo hicieron. Muchos de los franceses, por ejemplo, terminaron por asentarse en las localides de la ruta. «Primero hicieron barrios de francos y luego poblaciones enteras, y contribuyeron a repoblar el camino», afirmó. Muchas devociones llegan de los franceses, como las iglesias dedicadas a San Martín o San Saturnino, además de la organización social de hospitales y la Orden monástica de Cluny. «Contribuyó a forjar señas de identidad entre los europeos», afirmó.
A continuación, la profesora Gloria Lora habló de la vida cotidiana en el camino, sobre todo a finales del siglo XI, cuando se da el mayor número de peregrinaciones. Habló de la ropa, del calzado y de los lugares de acogida de una vía que entonces estaba llena de peligros. «Ni siquiera había rutas, sino etapas por el boca a boca, y los peligros eran continuos», afirmó, para después hablar del «estoicismo» con que todo el mundo lo sobrellevaba.
Muchos murieron incluso en el intento, de frío, asesinados, como víctimas de guerras en su ruta o sobre todo a causa de los accidentes geográficos. «No se explica si no es por un movimiento de fe, por un camino espiritual», resumió Gloria Lora, que resumió la «dureza» de aquel Camino pese a los cuidados en los hospitales.
Fuente: ABC