El Camino Portugués a Santiago ha batido finalmente su récord de peregrinos, superando las cifras del último Año Santo, el de 2010. Esta ruta jacobea, la segunda más transitada solo por detrás del Camino Francés, consolida así su espectacular crecimiento de los últimos años, hasta el extremo de que ha pasado de acoger en 2010 a un 12 por ciento de los viajeros que se dirigen a Santiago a través de cualquiera de los caminos oficiales a aportar en torno al 18 por ciento en el presente ejercicio.
El Camino Portugués recibió en 2010 el mayor número de visitantes de su historia, con 34.147Compostelas expedidas en la Oficina del Peregrino, según los datos oficiales de este departamento dependiente de la catedral. Y en lo que va de año ya se han entregado 34.298. La cifra tiene un gran valor por dos motivos: en primer lugar, porque se baten todas las marcas en un año que no es jubileo; y en segundo, porque se ha logrado una cifra histórica a pesar de que los primeros meses del año apenas hubo caminantes debido a los continuos temporales.
El presidente de la Asociación Amigos do Camiño Portugués, Celestino Lores apunta que «si se mantiene este ritmo de crecimiento en 2021, que es el próximo Año Santo, estaremos entre los 80.000 y los 100.000 peregrinos, y tenemos que estar preparados para ello». Según Lores, uno de los asuntos que conviene resolver es el de la seguridad vial de los caminantes. Y es que la ruta transita en varios puntos en paralelo a la carretera nacional 550, lo que les obliga a transitar por los arcenes y a cruzar varias veces una de las vías con más tráfico de Galicia. A este respecto, la Mesa do Camiño Portugués constituida este año está ultimando un informe que se remitirá al Ministerio de Fomento (titular de la N-550) y en el que reclamará soluciones para varios tramos conflictivos.
Amigos do Camiño Portugués gestiona uno de los albergues principales de la ruta, el de Pontevedra. Las instalaciones suelen estar llenas, puesto que la ciudad del Lérez recibe a caminantes que han salido de Mos, Redondela, O Porriño y hasta de Tui (si se desplazan en bicicleta), así como a los que salieron de Vigo al estar haciendo el nuevo Camino de la Costa.
En las temporadas altas, la afluencia obliga también a habilitar el pabellón de deportes de A Xunqueira. Aún así, una gran parte de los peregrinos opta por alojarse en pensiones y hoteles, como prueba el hecho de que el albergue pontevedrés solo haya acogido en lo que va de año a unas 12.000 de las más de 34.000 personas que se dirigían a Santiago.
A este respecto, Lores opina que «la red pública de albergues está bien y es suficiente, y lo que hay que incentivar es la iniciativa privada porque si hace unos años era impensable ver a un peregrino en los hoteles ahora incluso los hay que hacen noche en el Parador».
Valga y Pontecesures cuentan con albergues desde el último Año Santo, y por el momento no hay problemas para encontrar cama en ellos, al ser localidades de paso intermedio en la etapa de Caldas de Reis a Padrón. Además, cuentan con establecimientos próximos -públicos o privados- en Barro, Portas, Caldas (tres) y Padrón (otros tres).
Fuente: Faro de Vigo