ELIAS_VALI_A

Cuando se escribe sobre el Camino de Santiago, se suele escribir de casi todo- del románico, la unión europea, la fe medieval o las ciudades por las que pasaba-, menos del camino como tal…

El verdadero Camino de Santiago, el que durante siglos recorrieron peregrinos, comerciantes, soldados y viajeros, es una senda muy poco aparente a la que le ocurre lo que al hilo de un rosario: a primera vista, lo que llama la atención son las cuentas, pero sin hilo conductor, no hay rosario.

Y resulta que esa hebra invisible para el automovilista, es la que estructura decenas de poblaciones, la que bordea todos los antiguos hospitales de peregrinos, todos los monasterios, catedrales, iglesias y ermitas relacionadas con el fenómeno jacobeo, la que une todos los puentes que se conservan y da sentido a todos los cruceros y antiguas fuentes que jalonan su trayectoria.

Si por camino entendemos los tramos de calzada elevada o pavimento antiguo, los puentes romanos, románicos, góticos, o del siglo XVIII, algunos de los cuales ya han sido declarados monumentos nacionales, las puertas por la que cruza los recintos amurallados, los cruceros y cruces de término que señalaban el camino y los limites jurisdiccionales, las fuentes que proporcionaban agua a caminantes y caballerías, entonces resultaría que el propio camino es un peculiar monumento histórico y artístico merecedor de atención y cuidado. Lo cual no quita que, por otra parte, ese camino no sea a los ojos de un contemporáneo más que una modesta senda. Modesta porque el Camino se recorría a pie o a lomos de caballería y no hacía falta en general una vía ancha.

Como lo da a entender la palabra misma, por los caminos antiguos se caminaba, no se circulaba, ni se iba por lo común sobre ruedas.

Por carretera cabe visitar las poblaciones famosas del Camino de Santiago y sus monumentos más notables, más no es posible conocer el Camino mismo, que en general no coincide con carretera alguna. Eso solo se puede hacer a pie o a caballo.

Es comprensible que hoy no se conciba fácilmente que se puede recorrer centenares de kilómetros a pie y se tienda por tanto a asociar camino con carretera, pero lo cierto es que el camino es anterior a las carreteras y muy distinto de ellas, aunque en algunos tramos se superpongan.

Gracias a vosotros, Gracias a D.Elías Valiña que nos entregó un Camino de Santiago reluciente, y ahora, debemos entregarnos a que se mantenga en las mejores condiciones, sino aún mejores. Que así sea.

FUENTE: Camino Santiago Defensa y Video Club del Archivo de Cinematografía

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