Hacer el Camino en bici

 

El ciclista

Recorrer el Camino de Santiago en bicicleta no es fácil, ya que hace falta tener una buen estado y preparación física, ya que sus casi 800 kilómetros transitan en su mayor parte por pistas y caminos de tierra, usualmente con muchas piedras, y muy proclives a inundarse durante buena parte del año.

La mitad del trayecto aproximadamente pasa por zonas con una accidentado perfil, salpicado de continuas subidas y bajadas y algún que otro puerto, aunque, también son 800 kilómetros que el peregrino puede planificar libremente, teniendo en cuenta su preparación física y el tiempo disponible.

La bicicleta

Antes de comenzar el Camino de Santiago, hay que tener en cuenta diversos factores como la preparación de la bicicleta, debe tener el equipamiento básico.

Alforjas y parrilla portaequipajes sobre la rueda trasera, será aquí donde llevaremos nuestro equipaje. Un triángulo hombrera que se coloca bajo el sillín, en él puede tener cabida el equipo de herramientas.

Se puede complementar la zona de carga de nuestra bicicleta con unas pequeñas bolsas que se adosan al manillar y que son muy útiles para llevar tanto la documentación propia como la de la ruta (es muy importante ordenar de manera equilibrada y compensada todo el equipaje en sen la bicicleta).

Es recomendable llevar un velocímetro con cuentakilómetros.

Facilitará mucho la compresión de la cartografía y ayudará en la planificación de la ruta en el camino.

Otro factor muy importante a tener en cuenta es la preparación física del peregrino, los ciclistas habituales deben mantener un ritmo de salidas en bici más o menos estable y acostumbrarse a algunos elementos que pueden resultar novedosos en el trayecto que va a iniciar.

Es importante aclimatarse a viajar por estrechos senderos o salvar fuertes pendientes con las alforjas de la bicicleta cargadas.

Los peregrinos que decidan hacer el Camino de Santiago en bicicleta sin ser un ciclista usual, deberán comenzar por un proceso lento de aclimatación tanto a la propia bicicleta como a los recorridos por caminos, senderos y zonas de firme irregular.

El recorrido

El siguiente factor a tener en cuenta es la planificación del recorrido, el Camino de Santiago no debe plantearse como una carrera hasta Compostela y por ello a la hora de proyectar el recorrido se ha de tener en cuenta, en primer lugar, la disponibilidad temporal.

No conviene obsesionarse por avanzar.

Resulta mucho más gratificante disfrutar de los paisajes y de las sensaciones que generan.

Hay que aprovechar al máximo las jornadas de que se dispongan.

El lugar elegido para detenerse es otro de los factores que deben influir en la planificación de la ruta, tratando de contemplar siempre una posibilidad alternativa próxima al lugar elegido como fin de etapa.

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