Unos cien peregrinos de todo el mundo pasan cada año por Igualada después de recorrer la primera etapa del tramo catalán del Camino de Santiago que tiene 27,5 kilómetros y se hace en unas 7 horas andando. Desde hace 10 años, la Associació Catalana d’Amics del Camí de Sant Jaume trabaja para promover este trazado catalán que sale de la Abadia de Montserrat i acaba conectando con el Camino Francés en Logroño para llegar a Santiago de Compostela. Precisamente para promover esta ruta, hace un año y medio, Igualada inauguró su primer refugio de peregrinos.
El representante del Camino de Santiago en Igualada, Josep Hontoria, cuenta que “cada año vienen unos 100 peregrinos, sobre todo en verano y Semana Santa, muchos son europeos pero también hay japoneses, australianos o canadienses, por ejemplo”. Hontoria asegura que “el nuevo refugio ha potenciado el número de peregrinos que pasan por la ciudad, ya que es un espacio a su servicio con todas las facilidades que necesitan”. El refugio tiene 12 camas, 2 lavabos con ducha, nevera y microondas. Antes debían ser enviados en hoteles de la ciudad o a Jorba (Anoia) donde hay otro albergue. Hontoria añade: “siempre digo que los peregrinos deben visitar las ciudades y gracias al nuevo refugio esto en Igualada también es posible”.
Cuando el peregrino llega a Igualada procedente de Montserrat debe dirigirse al ayuntamiento, que se encuentra justo en uno de los puntos del recorrido del Camino y allí se le informa de las condiciones del refugio y se le pone el sello conforme ha estado en la ciudad. Después se le envía a la residencia de la tercera edad Pare Vilaseca que es el centro que gestiona el refugio, se le entregan las llaves y el peregrino ya puede ir al equipamiento, a solo 5 minutos andando de la residencia y ubicado en una de las casitas del complejo modernista del antiguo matadero municipal de Igualada que ha sido recuperado como complejo cultural, en la calle Prat de la Riba.
El Camino de Santiago entra a Igualada por la avenida de Montserrat, pasa por distintas calles del centro de la ciudad y se va por la urbanización de Sant Jaume donde hay la iglesia románica que data del año 1059 dedicada, precisamente, a Santiago. Josep Hontoria explica que “el misterio del camino es que no se puede contar, es una experiencia tan especial que solo se entiende si se vive en primera persona”. Desde la Associació Catalana d’Amics del Camí de Sant Jaume trabajan intensamente para la promoción de los trazados que existen en Catalunya que, tal y como marca la normativa internacional, mantienen señalizados con flechas amarillas sobre fondo azul, aunque dentro de las ciudades el señal sea la concha típica del peregrino.
El primer peregrino catalán en hacer el Camino de Santiago fue el fundador y abat del monasterio de Santa Cecília de Montserrat, Cesari, que caminó hasta Galícia en el año 959.
Fuente: La Vanguardia