Las lágrimas me corren por las mejillas sin poder contener alguna. Todos en grupo, girábamos por la Facultad de Medicina que siguiendo todo recto nos llevaba a la Plaza del Obradoiro.
Las emociones superaban mi cansancio. El ver todo el grupo que desde el primer día salimos, seguía intacto y quizás mas compacto, el ver sus caras, sus ganas de pisar la plaza, su alegría de ver que lo habian conseguido pese a las etapas duras y a los bajones de animo. Ahí estábamos todos…
Al frente al que llamo Papá, Jacinto Fuentes, presidente de la Asociación un hombre ejemplar que me “adopto” como peregrina y amiga hace 3 años. Ese hombre que todo lo soluciona con una sonrisa, que siempre ve la botella medio llena, que aunque este con sus pies lastimados sigue bromeando y no da muestra de dolor ni sufrimiento.
Gracias Papá en mi nombre y en el de mis compañeros, gracias por este camino…por esa oportunidad que a los veteranos y sobre todo los novatos das por conocer lo maravilloso que puede llegar a ser un Camino de Santiago. No cambies y sigue con esa pasión que con tu templanza vas contagiándonos a todos.
Ese llegar de peregrinos, besos, saludos, enhorabuenas y fotos miles que quedaran para el recuerdo. Esa felicidad mientras hacíamos cola en la oficina del Peregrino para adquirir nuestra Compostelana.
Hoy son todo sentimientos por los que vamos y por los que no pudieron venir y llevamos en nuestros corazones.
Solo deciros que os invito a que vengáis y viváis vosotros mismo todo lo que yo os he estado relatando de la manera mas real posiblemente, por mi parte ha sido un placer haceros de corresponsal,