
Las asociaciones de amigos del Camino de Santiago que participan hasta el domingo en su segundo encuentro mundial han expresado en su segunda jornada de debate en el Monte do Gozo su profunda preocupación por el futuro las rutas jacobeas. Y también han reflexionado sobre su propia existencia y el papel que les corresponde jugar para defender los distintos itinerarios, tanto desde el punto de vista inmaterial como de la calidad en la atención que merecen los peregrinos.
Los asistentes de Andalucía, Castilla-León, Levante, Asturias y Galicia aludieron sin tapujos al riesgo de que el Camino pierda su alma y su esencia si los itinerarios se diluyen entre la abultada oferta de rutas senderistas y caminos históricos que hay en sus comunidades. La solicitud de muchos concellos para la apertura de nuevas rutas que aspiran a ser itinerarios jacobeos es una preocupación que especialmente manifestaron los colectivos de Galicia. «Si todo es Camino, nada es Camino»; «no podemos matar la gallina de los huevos de oro»; «no podemos perder el espíritu»; «pintar flechas amarillas es muy fácil, pero hay que respetarlas»; «en el Camino caben todos, pero no cabe todo» son algunas de las frases pronunciadas durante la jornada, en la que también se lanzó un mensaje de paz, planteando el Camino de Santiago como un símbolo de unidad de todos los pueblos, incluidos los de Ucrania, Rusia, Gaza e Israel.

Las asociaciones de amigos del Camino de Santiago que participan hasta el domingo en su segundo encuentro mundial han expresado en su segunda jornada de debate en el Monte do Gozo su profunda preocupación por el futuro las rutas jacobeas. Y también han reflexionado sobre su propia existencia y el papel que les corresponde jugar para defender los distintos itinerarios, tanto desde el punto de vista inmaterial como de la calidad en la atención que merecen los peregrinos.
Los colectivos de las distintas comunidades autónomas también abrieron el debate sobre la necesidad de que sus esfuerzos se centren en «servir al peregrino» y en trabajar conjuntamente con la meta de que las asociaciones puedan formar parte del Consejo Jacobeo, o que se trabaje en una ley estatal sobre el Camino de Santiago.
Ante la posibilidad de abrir nuevas rutas jacobeas, la opinión unánime de los presentes fue de alerta, por lo que instaron a los organismos encargados de velar por el valor patrimonial del Camino a ser muy rigurosos con sus conclusiones y dictámenes.
Dado el carácter internacional del encuentro, la participación de ponentes de asociaciones del Camino llegados de países tan distintos como Dinamarca o Alemania permitió acercarse a una realidad muy diferente, ya que estos países tienen itinerarios propios muchísimo menos transitados y sus problemas tienen que ver más con que en algunos casos no están bien señalizados y las rutas pueden entrañar cierto peligro.

Por el contrario, la representación de Portugal y Francia (Bretaña) confirmó el creciente interés de sus poblaciones por la ruta jacobea, mientras que el mensaje expuesto por la asociación de Taiwán resultó especialmente emotivo por todo lo que supone recibir a peregrinos de un país que está a sesenta horas de avión.
Si en la jornada de ayer intervinieron representantes de Europa, en el programa diseñado para hoy, el protagonismo corresponderá a las asociaciones de América, con representantes de Canadá, Brasil, Argentina, Uruguay y México. La previsión es que debatan sobre la conveniencia de crear una red de rutas similar a la europea.
Hacia la federación europea
Además de intensos debates, la segunda jornada del encuentro contó con un acto formal de presentación. Jorge Martínez Caba, presidente de la Federación Española de Asociaciones de Amigos del Camino de Santiago, incidió en el reto de constituir una federación europea, y destacó el trabajo de las asociaciones que vigilan y promocionan los 80.000 kilómetros jacobeos.
José Manuel Merelles, director de Turismo de Galicia, reconoció la contribución de los colectivos para que el número de peregrinos no deje de crecer, y apeló a la desestacionalización para mantener el espíritu jacobeo y que el Camino siga contribuyendo a la economía de Galicia. «Administraciones y asociaciones tenemos que ir de la mano para seguir manteniendo a la gente en el Camino y seguir atendiendo sus necesidades», apuntó Merelles.
Por su parte, el arzobispo de Santiago, Francisco José Prieto, destacó el valor del Camino «como un gran espacio abierto y un horizonte hacia el que se encaminan los que buscan y los que no buscan, los inquietos y los indiferentes, los creyentes y los no creyentes. Y en ese Camino debemos preguntarnos por el sentido de la vida».
Fuente: La Voz de Galicia
Fotos: FEAACS