Los peregrinos que pernoctan en el albergue de la capital dejan al año una media de 60.000 euros en bares y restaurantes de la ciudad, si se tiene en cuenta que en lo que va de año más de 3.000 caminantes de medio centenar de nacionalidades distintas han pasado por el albergue de peregrinos y gastan una media de 20 euros por estancia, según los cálculos que manejan desde la Federación Española de Asociaciones de Amigos del Camino de Santiago. Las instalaciones de la cuesta de San Cipriano han sido gestionadas este 2013 por catorce hospitaleros voluntarios de siete países diferentes.
El albergue, inaugurado en enero de 2008, es gratuito para los peregrinos que pernoctan en la ciudad rumbo a Santiago de Compostela, ya que el trabajo de los hospitaleros es también altruista. Su puesta en funcionamiento hace casi seis años implicó que la capital, punto de paso de caminantes en su ruta por la Vía de la Plata, contara por primera vez con unas instalaciones donde atender a los peregrinos. Su diseño y mobiliario moderno le coloca como una de las instalaciones para caminantes mejor valoradas dentro de la red del Camino de Santiago.
Los donativos que con carácter voluntario dejan los caminantes sirven para cubrir los gastos de mantenimiento en materia de limpieza, pequeñas reparaciones, compra de electrodomésticos, menaje y productos de uso diario del albergue zamorano. A los peregrinos también se les ofrece un desayuno para iniciar la jornada de camino con fuerzas.
La infraestructura, con tres plantas, dispone de 36 plazas distribuidas en seis habitaciones provistas con tres o cuatro literas cada una de ellas, además de los servicios propios de un inmueble de estas características: baños, cocinas y salas de estar. La puesta en marcha del albergue en la antigua sede de la Concejalía de Juventud supuso un desembolso cercano a los 300.000 euros de los cuales cerca de 270.000 correspondieron a la ejecución total de la obra, mientras que el resto procedió de la licitación del mobiliario urbano para acondicionar el asentamiento de peregrinos. El inmueble fue reformado por completo para su nuevo uso, que permite dar cobijo a más de una treintena de peregrinos en sus diversas modalidades. Zamora confirmó así su punto de referencia en la red de Caminos de Santiago, un protagonismo que demandaba desde el año Jacobeo 2004.
Fuente: La Opinión de Zamora