En la tarde de ayer cerró sus puertas el albergue de peregrinos de Ebro Etxea, con récord de pernoctaciones, con más de 2.600 peregrinos que han hecho noche en el albergue desde el pasado 22 de junio, cuando la cifra récord hasta la fecha era de 2.198 del pasado verano. Este incremento de peregrinos obedece según los voluntarios de la Asociación de Amigos del Camino de Santiago a que el Camino de la Costa tiene cada vez mayor aceptación. «Es un camino con más desnivel, pero creemos que con muchos atractivos, resume el zarauztarra Manolo Caballero, uno de los doce voluntarios que se ha turnado durante este verano para atender a los peregrinos. También el hecho de que el Camino Francés sufre una saturación y la gente opta por caminos con menos gente y, en este sentido, en el de la Costa, aunque va en aumento, todavía se puede realizar el trayecto sin agobios.
Quienes optan por el Camino de la Costa comienzan en Irun, para llegar en la primera etapa hasta San Sebastián y generalmente en la segunda etapa se plantan desde Igeldo y pasando por Orio en Zarautz. La tercera etapa natural es desde Zarautz hasta Deba. La mayoría realizan el trayecto a pie, aunque también los hay que llegan en bicicleta. Este verano, como anécdota, dos personas han llegado a Zarautz en piragua, con el propósito de realizar el trayecto por mar.
Ha habido días de este verano en el que el albergue ha superado las 58 camas disponibles, con peregrinos durmiendo en el suelo. «Sobre todo a primeros de agosto ha pasado mucha gente por Zarautz. Nosotros abrimos el albergue para las cuatro de la tarde, dejan aquí sus enseres, se pegan una ducha y salen a comer algo y conocer Zarautz. Para las diez de la noche cerramos las puertas y para las ocho de la mañana tienen que abandonar el albergue», explica Caballero.
Durante esta última semana el turno de voluntario ha correspondido al navarro afincado en Azpeitia Javier Ruiz de Larrinaga, quien se ha encargado de anotar todos y cada uno de los datos de los peregrinos. «Mira hoy mismo tenemos gente de Finlandia, Alemania, Holanda, Canarias, Madrid, Valencia.», nos indicaba en la tarde del jueves.
Y es que sorprende la procedencia tan variada de gente, desde todos los rincones del Estado, predominando este verano peregrinos de la comunidad valenciana, madrileños y catalanes, pero muchísimo extranjero, desde todos los países europeos, hasta norteamericanos (muchos este verano), también de Sudamérica, japoneses, coreanos, de Canadá, Israel. «Es gente además que no da trabajo y hacen su gasto en el pueblo, bien para cenar, desayunar un poco de fruta», subraya Jesús Olaizola, otro de los voluntarios que se ha encargado de atender a todos estos peregrinos. Resaltan los voluntarios lo enriquecedor que resulta mantener contacto con toda esta gente peregrina.
Fuente: Diario Vasco