Se vende fortaleza de la baja Edad Media, de dos mil metros cuadrados, construida por la Orden de Santiago para defender Sierra Mágina del ataque constante del Reino de Granada. Su precio, medio millón de euros. El castillo de Bedmar, en manos privadas desde hace cuarenta años, está en venta.
Vivir en un fortaleza en plena naturaleza y a “solo cuarenta kilómetros del mayor espacio natural protegido de Europa”. Son algunos de los atractivos con los que una inmobiliaria oferta el castillo “nuevo” de Bedmar, construido en el siglo XV. Francisco Bedmar Perea, descendiente del Marqués de Bedmar, se responsabilizó de su compra en subasta pública. Era el año 1973 y el precio del castillo rondó las 40.000 pesetas de la época. Ahora, su hijo lo pone en venta por medio millón de euros o el equivalente en “especie”, ya sean terrenos o inmuebles.
“Mi padre está muy mayor y quiere desprenderse de él. El precio es orientativo y lo vendemos o cambiamos por otras propiedades”, explica Miguel Ángel Bedmar, nieto del comprador de la fortificación.Sin embargo, no es sencillo encontrar, en los tiempos que corren, un comprador para un castillo con importantes limitaciones de uso, al encontrarse en estado ruinoso y protegido como Bien de Interés Cultural por la Junta de Andalucía desde 1985, por lo que su rehabilitación debe seguir unos parámetros muy concretos. “De hecho, hasta ahora, hemos recibido pocas ofertas y, la verdad, nada serias”, reconoce Miguel Ángel Bedmar. Y eso que la familia ha rebajado el precio inicial en más de un 70%.
El verano pasado la familia ofreció al Ayuntamiento la posibilidad de adquirir su “símbolo más valioso” por 1.300.000 euros o por terrenos o edificios de titularidad municipal. La alcaldesa, Micaela Valdivia, se negó en redondo nada más escuchar la propuesta. “Ya nos hubiera gustado disponer de esa cantidad, porque el castillo forma parte de la historia y de la identidad del municipio, pero, como comprenderá, el Ayuntamiento no puede ni debe hacer frente a un gasto tan desproporcionado con la que está cayendo”, asegura la regidora.
Micaela Valdivia admite que es “duro” ver cómo una infraestructura arquitectónica de un gran valor histórico para Bedmar se vende al mejor postor. “Es una pena, pero así es”, lamenta. El equipo de Gobierno bedmareño poco puede hacer, salvo reclamar a los propietarios, como a cualquier otro particular con un inmueble en estado ruinoso, su mantenimiento, sobre todo después de las últimas lluvias que, según la alcaldesa, han podido afectar a su estructura.
“No podemos olvidar que debajo está la iglesia del siglo XVI y viviendas, por lo que supone un riesgo para integridad de los vecinos”, advierte Valdivia.
Fuente: Diario Jaén
Fotografía: Ojo Digital